lunes, 19 de julio de 2010



Pega una dormida
Con el tiempito éste que no se va, estiran muchísimas circunstancias. Y tras ver el partido entre el Ciclón de Torrente y El Trico, todavía más amerita internarse bajo la frazada. En el estreno de ambos, poquísimo fue lo que ofrecieron, no solamente a nivel de espectáculo, que estuvo tácito, sino que también en fútbol. Intentaron. Ese fue el mérito y cuesta encontrar claras. Ah, sí, en tiempo de descuento, Nanni remató y Don se hizo grande. Cerro Porteño y Nacional, hay que reconocerlo, procuraron. Independientemente al trámite de juego, que tuvo pasajes interesantes con cada uno como protagonista, el gol no estuvo presente en la tarde helada de Sajonia.
El Ciclón encaró su rol. Trató de ejercer supremacía con un fútbol al que, por ser el inicio, habrá que darle tiempito, oportunidades, como para establecer una sentencia al respecto. Lo del equipo de Javier Torrente fue de a ratos y careció de claridad.
Nacional no se quedó atrás en el sentido ya apuntado. Trató de agruparse y lo suyo, a nivel de situaciones considerablemente interesantes, pasó por alguna pelota parada o córner. Se recuerda y ejemplifica la cuestión, con aquella incursión de Beltrán, que en dos tiempos tuvo a Diego Barreto como estandarte, enviando la pelota al saque de esquina tras salir con todo a achicar, a dar la cara, a poner el pecho.

De tres cuartos de cancha hacia adelante se notó la intención por darle el trato prolijo al balón por el lado azulgrana. Solamente que hubo veces que, con esa temática, se auto enlenteció el juego. Y eso, lógicamente, negocio no fue. También dispuso de chances, dentro del área chica, producto de empuje, de algún destello individual.
En la segunda parte, las situaciones igualmente se manifestaron de manera esporádica. Melgarejo, antes de salir, tiró un magistral centro que Aquino conectó de cabeza, le cambió el palo a Diego y por poquito no entró.
Se observó que dentro de ese trámite aburrido, deslucido, fue Cerro el que quiso imponer su estilo. Y quedaron expuestos los esfuerzos de Dos Santos, cuando pretendió colocar de sombrerito ante Don, la serie de aproximaciones de Zeballos, y hasta ahí. No se cuenta más. No se puede contar más.

El resultado igualado a 0, seguramente, a Nacional le sentó mejor. El Ciclón insinuó y, así como su adversario de turno, en la apertura del Clausura, qué paradoja frase, no tuvo eficacia a la hora precisa. Nanni, una vez más, pudo erigirse en el salvador, cuando en la última del match fusiló ante el portero que volvió a su casa. Y hablando de casa, la gente valiente que fue al Defensores, ni bien pitó Charly, volvió a la suya.

0 comentarios:

Publicar un comentario